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El Gobierno Nacional quiere implementar una Reforma Laboral que lejos de “crear trabajo”, como dicen sus funcionarios y varios medios de comunicación, apunta a sacarnos derechos y reducir la calidad de vida de nuestras familias. De nuestra unidad y organización como trabajadores depende que no se aplique.

Entre los derechos que pretenden sacarnos se destacan:

*Las empresas estarán habilitados a modificar la forma y modalidad de trabajo a su antojo

Se pretende modificar el artículo 66 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) para establecer que el patrón (o empleador) tendrá las herramientas necesarias para introducir todos aquellos cambios y modalidades en la prestación de nuestro trabajo.

*Menos pago de indemnizaciones

Con este proyecto de Reforma Laboral, se eliminaría del cálculo de pago de indemnizaciones, las horas extras, el aguinaldo, las comisiones y los premios por producción.

*Se reduce el plazo para iniciar juicios laborales

Se reduce de 2 a 1 año el plazo para que los trabajadores puedan iniciar acciones judiciales. 

*Tercerizaciones – Juicios por solidaridad

Desde el Gobierno se intentará frenar los “juicios por solidaridad”, es decir, aquellos en los que el empresario demandado no es el empleador directo, sino el que desarrolla la actividad principal (Ej: trabajadores de seguridad privada, maestranza, etc.) Esta medida potencia la tercerización laboral, afectando la sindicalización del trabajador y la dignidad de los derechos laborales.

*Pasantías

El proyecto incluye la sanción de un nuevo esquema de pasantías o prácticas formativas de trabajo sin relación alguna con las obligaciones de un contrato de trabajo, que podrán acordarse en cada modificación de los Convenios Colectivos de Trabajo que se pretenden realizar por sector.

*Contribuciones patronales

Se reducirán las contribuciones patronales y aportes a la seguridad social, que pretenden hacerlo de manera escalonada.